
Unánimes juntos
“Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos” Hechos 2:1 RVR1960 Los superhéroes de historietas de...

Una madre que cree
Una madre por sus hijos es capaz de cualquier cosa. Este sentimiento la lleva a realizar tareas titánicas, y a defender a sus vástagos a ultranza. Pero una madre que cree en Dios es sencillamente indetenible. La pasión de ellas intercediendo por los hijos, el clamor constante porque el Creador proteja a su descendencia, que los guíe, que los lleve por el camino correcto las convierte no solo en progenitoras amorosas, sino en guerreras espirituales que no conocen el cansancio o el desánimo. ¡Dios bendiga a todas las madres, especialmente a las madres cristianas!

Los causantes de tropiezo
Hermanos, evitemos ser piedra de tropiezo para otros y enfrentar la ira de Dios. Como cristianos, no podemos ser obstáculo para nadie, menos para la familia de la fe. Oremos porque el Padre Celestial tenga misericordia de los que nos hacen tropezar y apartemos toda obra de mal de nuestras vidas. ¡El Señor te bendiga!

Fructificarás en la vejez
No te dejes engañar. Aun en la vejez eres importante y tienes un propósito. Y mientras hombres, demonios y situaciones tratan de hacerte sentir débil e inservible, en Dios encontrarás todo lo que necesitas, de Él obtendrás energías y descubrirás que eres invaluable. Continúa en los caminos, y confía. Él nunca te abandonará, pues a Sus ojos, eres importante, sin importar tu edad. ¡El Señor te bendiga!

Dios refugio nuestro
El nuestro es un Dios de pactos, que no incumple sus promesas. Podemos encontrar refugio, como lo encontraron nuestros padres, nuestros abuelos, y lo podrán encontrar nuestros hijos y nietos, si la iglesia no es llamada antes. Confía en Dios. ¡El Señor te bendiga!

La enseñanza y la sabiduría
Además de nuestro conocimiento secular, busquemos de Dios. En Sus enseñanzas aprendemos acerca de cómo ser salvos, tener perdón de pecados, redención, ser mejores personas, hacer el bien, y transformar nuestro ser. Esto es algo que es crucial tener siempre en nuestra mente, y que no debemos descuidar jamás. ¡El Señor te bendiga!

Fruto del Espíritu
Estas manifestaciones serán visibles en nuestra vida de forma gradual y mientras dependamos de Dios constantemente. Cada una de ellas también nos llevará un tiempo de pruebas, hasta que sea contada como nuestra, pero será perceptible a todos, sirviendo como testimonio del cambio obrado en nosotros por el Padre Celestial. ¡El Señor te bendiga!

La tumba está vacía
En la actualidad, aún las personas en las iglesias creen en las cosas parcialmente. Pueden haber visto todo tipo de obras de Dios, y Su poder manifestarse, pero cuesta aceptar cosas que contradicen lo que la sociedad nos ha enseñado. Es tiempo de comenzar a creer. Debemos decir a las personas en tinieblas que Jesús es luz, que puede perdonar sus pecados y salvarlos, que resucitó, que es vida. Pero debemos creerlo también nosotros, creerlo profundamente, y no solo repetir lo que escuchamos sin interiorizarlo. Él resucitó, venció a la muerte y por Su victoria, nosotros podemos tener vida eterna. ¡El Señor te bendiga!

Sellando la piedra
“Entonces ellos fueron y aseguraron el sepulcro, sellando la piedra y poniendo la guardia.” Mateo 27:66 RVR1960 El...

Desciende de la cruz
En la actualidad, las personas también retan a Dios, en medio del desconocimiento y la ignorancia. Dicen: si Dios existe, que haga tal o más cual cosa, si es real, que esto o lo otro suceda. No son capaces de comprender verdades, principios y propósitos divinos. Algunos decían a Jesús: baja de la cruz, para que creamos. El motivo principal de esa muerte no era que creyeran que Él era el Hijo de Dios, era traer salvación a la humanidad. Si Él hubiese respondido al ego, el propósito del Padre no se habría cumplido. Tú también tienes un propósito, dado por el Creador del Universo. Sigue el ejemplo de Jesús, capaz de cumplirlo resistiendo el yo, en función de la visión de Aquel cuya voluntad es perfecta y redunda en bien para los que le aman y obedecen. ¡El Señor te bendiga!